Culto a Afrodita: 'La surgida de la espuma'

Historia de la diosa Afrodita

Afrodita es la diosa Olímpica del amor, especialmente, en cuanto a su parte erótica se refiere. También lo es de la lujuria, la belleza y la prostitución. Es hija adoptiva de Zeus. Nadie sabe a ciencia cierta quienes son sur verdaderos padres, pero los versados en los dioses Arcanos defienden que Afrodita es una de las diosas más antiguas (tanto como Gea o Urano), que se mantuvo en letargo durante muchos siglos, y que al resucitar surgiendo del mar en una concha fue adoptada por el Rey de los dioses. Está casada con Hefesto, el dios Olímpico de la fragua, y tiene como amante predilecto a Ares, el dios Olímpico de la guerra, aunque ha mantenido relaciones sexuales con casi todos los dioses Olímpicos, sin contar a otras deidades, héroes y mortales. La única excepción notable es Zeus, al que nunca ha conseguido embaucar para que comparta su lecho. El objeto que mejor define a Afrodita es su ceñidor semitransparente, el cual tiene el poder de permitir a cualquier mujer que lo porte seducir a cualquier varón, ya sea mortal, héroe o dios.

Descripción de Afrodita

Afrodita es extremadamente bella, de cuerpo lleno de curvas, piernas largas y sinuosas, pelo cobrizo que le llega hasta las caderas, ojos claros, y senos esculpidos. Aparenta entre 18 y 20 años. Aunque juega a disimularlo, la diosa del amor es extremadamente inteligente y maquiavélica: prueba de ello es que hay templos de Afrodita en casi toda la Hélade, lo que demuestra su gran influencia sobre el mundo de los mortales. También es famosa por ser una diosa caprichosa y conseguir (casi) siempre lo que quiere.

Seguidores de Afrodita

Los siervos de la diosa del amor son mayoritariamente mujeres. Se les suele reconocer por vestir túnicas de colores cálidos (rosa, naranja, rojo) o semitransparentes, así como lencería empedrada o ir directamente desnudas. Para estas personas lo más importante en el mundo es el sexo, y lo normal es que hayan hecho del arte de amar su forma de vida, ya sea mediante la prostitución u otros juegos de influencia política relacionados con quien se acuesta con quien.

Recordemos que en la Hélade las distintas formas de prostitución están bien vistas socialmente y no van contra ninguna ley, por lo que los seguidores de Afrodita no tienen nada de qué avergonzarse. Suelen ser personas muy sociales que atraen a sus posibles clientes a través de su belleza u otros entretenimientos como la danza o la poesía. También se caracterizan por ser muy manipuladoras, y utilizar el sexo para ejercer una gran influencia en sus amantes. Si se tienen intereses comunes, los seguidores de Afrodita son los mejores aliados que cualquier persona puede tener: suelen tener información de calidad, y gente de todo tipo bajo su influencia, desde políticos a guerreros. Por la misma razón resultan unos enemigos formidables.

Las sacerdotisas de Afrodita ofrecen distintos tipos de servicio a su comunidad, todos ellos relacionados de alguna u otra forma con el sexo. Van vestidas con túnicas rosas o lencería atrevida. Aquellos que yacen con las sacerdotisas del amor declaran guerras o treguas según los intereses de la diosa, e incluso, pactan con sus enemigos o matan a sus hermanos según las conveniencias de sus sacerdotisas, que tan solo tienen que susurrar en sus oídos aquellos que quieren que hagan. Las sacerdotisas de Afrodita tienen prohibido casarse, pero se les permite tener tantos amantes como quieran, siempre que les cobren por sus servicios.

Atributos típicos en los seguidores de Afrodita

Características altas: APA, MEN, SEN | Habilidades: Seducción [Hombres] [Mujeres], Empatía [Sentimientos], Oratoria [Retórica], Medicina [Tratamiento], Política [Etiqueta], Intuición [Adivinación] | Rasgos Sociales: Monedas, Influencia.

Arquetipos comunes en los seguidores de Afrodita

Pornai: Esclavas/os, normalmente de etnias y razas extranjeras a la Hélade, a los que se les paga por servicios sexuales. Trabajan en los prostíbulos, regentados por proxenetas.

Proxenetas: personas que poseen y regentan un prostíbulo, en donde esclavos pornai son alquilados por dinero a cambio de fines sexuales. Suelen ser metecos, y en algunos casos, metecas. También podían ser ciudadanos, aunque estaba mal visto socialmente. | Hieródulas/os: Esclavas/os sagradas/os que sirven en los templos de Afrodita. Aunque pertenecen al Grupo Social más bajo, gozan de mucha más libertad que el resto de los esclavos. Practican rituales sexuales a cambio de dinero que va a parar, en su mayor parte, al templo.

Prostitutas/os: Metecas/os que ofrecen su cuerpo a cambio de dinero con fines sexuales, mayoritariamente, para una clientela masculina. Era un oficio regulado por censo y pagan sus correspondientes impuestos.

Hetairas: metecas que ejercen de chicas de compañía para cualquiera que pueda pagar sus servicios. Suelen vestir túnicas de azafrán y llevar el rostro cubierto de polvos blancos. No solo practican sexo con sus clientes, sino que los acompañan en reuniones sociales dándoles conversación y entretenimiento. Sus opiniones son respetadas entre los hombres, y su compañía es vista como un signo de distinción entre las clases altas.

Concubinas: mujeres que ejercen como segundas esposas sin derechos, llegando a vivir en la misma casa que la familia oficial del hombre al que estaban ligadas. Sus hijos, bastardos por ley, no tenían derechos a la ciudadanía, pero a menudo, sus relaciones sentimentales eran más profundas que las de los nobles con sus mujeres, ya que el matrimonio era entendido como un mero contrato comercial.

Galanes: metecos y nobles que se valen de sus artes amatorias para dominar la voluntad de hombre y mujeres de la nobleza, y así ganar riqueza, influencia y poder político.

Hedonistas: hombres y mujeres adinerados que pasan sus días dedicándose a los placeres del cuerpo, y gastan sus fortunas en rodearse de efebos, prostitutas y heteras.