Culto a Artemisa: 'La Cazadora'

Historia de Artemisa

Artemisa es hermana gemela de Apolo e hija de los dioses Zeus y Leto. Artemisa es la diosa de la caza, los bosques y las montañas. En cuanto a sus relaciones sentimentales, Artemisa ha jurado ser siempre virgen, aunque mantiene relaciones sexuales con las ninfas que están a su cargo. Artemisa aborrece las ciudades y vive en los bosques y campos de los que es protectora. Es famosa por sus venganzas, especialmente, contra aquellos hombres que se atreven a agraviarla. Artemisa tiene un arco, hecho de plata, que simboliza su conexión con la luna. También la representan sus animales predilectos: el ciervo (al que gusta de cazar) y sus jaurías, compuestas por galgos (que persiguen a sus presas) y sabuesos (que son capaces de seguirlas sin perder nunca su rastro).

Descripción de Artemisa

Guapa, esbelta y atlética, aparenta entre 16 y 18 años. Tienen los ojos como el cielo despejado y sus cabellos son del color del oro, largos (hasta la cintura) y lacios. Artemisa acostumbra a llevar un vestido de campesina hasta las rodillas, con un pequeño escote cruzado y ceñido con un cinturón (ropa cómoda que le permite moverse con libertad y agilidad cuando va de caza o corre por los campos). La personalidad de Artemisa es impulsiva, libre y salvaje, aunque probablemente el rasgo que más la identifique es su androginia. 

Seguidores de Artemisa

 Las chicas que siguen a Artemisa suelen ser mujeres fuertes y valerosas que han decidido llevar una vida atípica e independiente de los hombres. Libres y salvajes, prefieren vivir en los bosques o en pequeñas aldeas rurales antes que en las ciudades. Suelen ser de trato difícil, ya que no aceptan que los hombres las cataloguen como inferiores o sean condescendientes con ellas (algo muy habitual la Hélade). Por otra parte, aunque su relación con el sexo femenino suele ser mejor, también tienen conflictos con aquellas mujeres que han decidido adquirir roles típicamente de su género, casándose o dependiendo de los hombres.  Las sacerdotisas de Artemisa suelen vivir recluidas en los templos procurando tener el menor contacto posible con hombres, para evitar romper su voto de castidad obligatorio. Ingresan como acólitas siendo muy niñas y se les exige permanecer siempre vírgenes (entendido como no poder practicar sexo con hombres, pero sí con mujeres). Por supuesto, esto implica que no pueden casarse. Su función social se reduce a las procesiones que realizan en las festividades anuales de Artemisa, donde exhiben sus habilidades relacionadas con la diosa (tiro con arco, danza, música…) También es habitual encontrar sacerdotisas de Artemisa dedicadas al cuidado de los bosques, especialmente de aquellos que son considerados sagrados para la diosa.

Aunque sea un tema tabú y lo hagan a escondidas de sus maridos y padres, muchas mujeres de todas las edades y grupos sociales corren a los bosques las noches de luna creciente para participar en los rituales de fertilidad consagrados a Artemisa, los cuales incluyen sacrificios y bailes que, en ocasiones, derivan en orgías. Solo las mujeres pueden acudir a estos lugares, y la ley sagrada de la diosa exige que, cualquier hombre que sea sorprendido en los alrededores, sea muerto, sin importar de si se trata de un esclavo o un rey.

Atributos típicos en las seguidoras de Artemisa

Características altas: AGI, APA y SEN | Habilidades: Herbolaria [Todas], Atletismo [Todas], Armas D [Arco], Supervivencia [Todas], Intuición [Adivinación], Artes [Todas], Cosmología [Todas] | Rasgo Social: Epíteto.

Arquetipos típicos de las seguidoras de Artemisa

Cazadoras: mujeres libres que rivalizan con los hombres por cazar las mejores presas, ayudadas por sus jaurías. Aunque poco reconocidas por los egos de los hombres, cumplen una gran función peleando contra los monstruos que habitan en los terrenos salvajes.

Vengadoras: mujeres libres que han decidido consagrar su vida a la defensa de otras mujeres. Suelen vengar la tiranía de los hombres, bien a cambio de una justa recompensa por parte de las mujeres agraviadas, bien por mero placer. En ocasiones llevan a los culpables de delitos como violaciones ante la justicia… otras veces, la ejecutan ellas mismas dándoles muerte.

Artistas: mujeres, tanto de clase noble como libres, consagradas a la música y a la danza.

Profetisas: mujeres nobles que han sido bendecidas con el don de la adivinación. Aunque generalmente ignoradas por las sociedades patriarcales en las que viven, algunas de ellas llegan a obtener una gran fama (como La Pitia, la famosa oráculo de Delfos) y otras son usadas por hombres que se adueñan de sus profecías para llevarse el mérito de sus visiones.

Curanderas: mujeres libres que viven apartadas de la sociedad en la naturaleza, de la que han aprendido a extraer la auténtica sabiduría y a restaurar los males que acechan al cuerpo humano a través de las plantas.

Ermitañas: Mujeres libres que viven en soledad o en pequeños grupos en bosques sagrados consagrados a la diosa Artemisa. Sin el yugo de la sociedad y de los hombres, han conseguido alcanzar la verdadera libertad.

Amazonas: mujeres nobles de todas las edades que han creado una sociedad totalmente distinta a la del resto de la Hélade. En sus poblados los hombres son subyugados a los deseos de las mujeres. Suelen vivir en bosques sagrados protegidos por la diosa.